viernes, 4 de junio de 2010

20. Una hora más en Canarias

Atención, pregunta: "Si vemos ponerse el Sol por una montaña situada al Este y por la mañana sale por una situada al Oeste, ¿Dónde nos encontramos?"

¿Pero qué dice éste? Todo el mundo sabe que el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Por eso los vaqueros iban hacia la puesta de Sol, para descubrir el lejano Oeste. Esta pregunta del Trivial tiene que estar mal. A ver qué respuesta da... ¡Venus!

¿Venus? ¿Y cómo es eso? Voy a buscarlo por internet... Ah, sí. Dice que Venus gira en sentido contrario a la Tierra. O sea que, efectivamente, el Sol parece ir en sentido contrario visto desde la superficie. O sea, que si lo he entendido bien, si estuviéramos en Venus, cuando oyéramos el boletín informativo en la radio nos dirían algo así como: "Son las once, una hora MÁS en Canarias", en vez de "una hora menos" como estamos acostumbrados a oír.

¿Y cómo puede ser que vaya al revés? Pues no se sabe seguro, pero quizás hubo algún gran asteroide que chocó contra Venus frenándolo e incluso haciéndolo ir al revés. De hecho Venus gira muy lento y hace una vuelta sobre él mismo en 243 días terrestres.

En la Tierra, el ciclo noche y día viene dado por el tiempo que tarda en hacer una rotación sobre ella misma, unas 24 horas, porque en ese tiempo no le ha dado tiempo de moverse demasiado respecto al Sol. Pero en Venus la cosa cambia. Como tarda tanto en dar una vuelta, cuando ha acabado de girar sobre ella misma resulta que el Sol ya se ha movido de sitio y por eso, el ciclo noche y día en Venus no coincide con el tiempo que tarda en rotar. Un día en Venus dura 116 días terrestres y un año 1.92 días venusianos (224 días terrestres).

Observar Venus es muy entretenido. Venus es el objeto que más brilla en el cielo, después del Sol y la Luna, por supuesto. No se puede ver lejos del Sol, así que únicamente lo podemos ver por la mañana o por la tarde. Es lo que la gente conoce como el lucero del alba o lucero vespertino, respectivamente, un punto muy brillante en el cielo que a otros les gusta confundir con un ovni.

Además, tal y como ya observó Galileo hace unos 400 años, al ser un planeta que está más cerca del Sol que la Tierra se puede ver con fases (fase creciente, decreciente ...), como si de la Luna se tratara.

 Los planetas interiores muestran fases como la Luna.

Es curioso que Venus tenga una temperatura de unos 460 grados, mucho mayor que la de Mercurio (170 grados), aunque esté al doble de distancia del Sol. Y eso es simplemente debido a que Venus tiene una atmósfera muy densa. La atmósfera de Venus está compuesta en un 96 % de dióxido de carbono y un 3 % de nitrógeno, con una presión 95 veces mayor que en la Tierra y con nubes de ácido sulfúrico cubriendo todo el planeta. El dióxido de carbono de la atmósfera no deja escapar el calor hacia el espacio, el conocido efecto invernadero, haciendo aumentar la temperatura de la superfície.



El planeta Venus.

Teniendo en cuenta que el tamaño de Tierra y el de Venus son muy parecidos, mirar hacia Venus nos puede dar una pista sobre qué podría pasar si en la Tierra aumentara mucho la concentración de dióxido de carbono, tal y como ha ocurrido desde que todos nos hemos puesto de acuerdo en coger el coche para ir a buscar el pan.

Como la atmósfera es tan densa, sólo los meteoros más grandes atraviesan la atmósfera sin quemarse totalmente. Por eso sólo puede haber cráteres grandes en Venus.


Cráteres en el planeta Venus fotografiados por la sonda Magallanes.

De todas formas la superfície de Venus no se puede ver a no ser que penetremos su atmósfera o que utilicemos un rádar y no un telescopio óptico de andar por casa. Cuando hacemos eso, vemos la superfície de Venus repleta de volcanes (que son los que emiten los sulfuros hacia la atmósfera).

Las sondas que hemos enviado a Venus, una vez aterrizan duran muy poco antes de ser aplastadas por la enorme presión atmosférica que tienen que soportar. Tienen el tiempo justo de fotografiarse los pies y despedirse de Venus fotografiando un paisaje que nos dice que tampoco Venus nos va a poner fácil las cosas si queremos explorarlo.


El planeta Venus fotografiado en 1982 por la sonda rusa Venera 13.

A pesar de ser llamado el gemelo de la Tierra, Venus no nos trataría tan bien como su gemela si pisáramos su superfície. Sin oxígeno para respirar, achicharrados, aplastados y corroídos por las nubes de ácido sulfúrico. Así acabaríamos en Venus.




4 comentarios:

  1. No quiero ni imaginarme como seria la jornada laboral Venusiana joijoijoi

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  2. Paco (aficionado a la astronomía desde Teruel)14 de junio de 2010, 17:28

    Qué razón tienes con lo de coger el coche hasta para ir a buscar el pan...Llegará momento que no sabremos andar, directamente pasaremos a sacarnos el carnet de conducir en la primera infancia.
    Una preguntilla: ¿por qué en la Tierra no tenemos nubes de ácido sulfúrico? Es que en Venus, vaya cóctel de humos...
    Gracias por la respuesta, por adelantado.

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  3. Respuesta a Paco:
    En la Tierra SÍ tenemos ácido sulfúrico en la atmósfera. La llamamos lluvia ácida. En Venus el orígen del ácido sulfúrico en la atmósfera viene de las erupciones volcánicas. Aquí tenemos también volcanes, aunque no tan importantes como en Venus. Pero en la Tierra el problema de la lluvia ácida es que también se produce por la actividad humana (fábricas, centrales eléctricas, combustión del carbón, fundición de minerales, ...). Y hay que pensar que la atmósfera no tiene fronteras. Si una ciudad produce mucho dióxido de sulfuro los efectos pueden caer sobre esta ciudad o sobre las de su alrededor. En fin, que nuevamente entendiendo los planetas vecinos podemos entender el nuestro y ver qué estamos haciendo mal (y viceversa, lo que hacemos en la Tierra podemos ver qué consecuencias tiene cuando pasa en otros planetas).

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  4. Y siguiendo con el tema, la llamada "lluvia dorada" también es ácida?

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